Y, hoy cuando me desperté eran las 06:00 a.m. y respiré bastante mal un par de compases sin saber lo largo que había venido este día, lo mucho que había crecido de su anterior (¿o hermano mayor?)
Cosas de mayos ochos como los embobados.
¿Alguna vez alguno se embobó? Es cuando te preguntan la hora y le convidas un pucho, cuando te ponen media falta y no se te ocurre excusa, cuando por pensar en el culo de alguien te lleva puesto un colectivo y nadie se da cuenta lo culpable que es ese alguien solamente vos y es por eso lo embobado/a.
Hoy me olvidé la melodía, perdón, me embobé.
Hoy no cursé una materia, perdón, me embobé.
Hoy llegué tarde a otra materia, perdón, me embobé.
Hoy salí tarde de otra materia, perdón, me embobé.
Hoy rendí mal, perdón, me embobé.
Hoy te canté media hora, perdón, me embobé.
Llegado al caso porqué tanto perdón si total me embobé y no es nada malo embobarse. Como decía el de Bahía, y eso que arde Bahía, es lindo embobarse.
Estuvo bueno el día, tuvo sus cosas malas como cuando tomé la leche que la tomé con el periodista pero sacando esas cositas son más las cosas bobas y ¿qué esas no son acaso las más lindas que se ven?
Las mejores charlas las practican los embobados.
-¿Tenés frío?-
-No, me tomé un jugo de naranja.-
-¿Por qué lo lunes y los martes son los días que más me cuesta arrancar?-
-No sé, pero mi semana ponele va bien si arranco bien el lunes.-
-Los declaro marido y mujer.-
-Ya lo habías hecho.-
Qué boba que sos cuando me mirás.
Qué bobo que sonreís.
Qué bobo que besas.
Qué boluda que sos, yo te digo de acompañarte y te pensás que no quiero. Pero si yo nada te dije, es más: “Ojalá mañana al despertarme a las 06:00 a.m. respire bastante mal un par de compases sin saber lo más largo que se va a venir el hermanito del 8 de mayo.
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